miércoles, 16 de febrero de 2022

Mi vida de mosquito





De tanta soledad, adopté un gato. No por la soledad más que por el deseo. La soledad me la impuse yo, un día que miraba para adentro. Porque este confinamiento me hizo cerrar las cortinas y sacar el espejo: me vi allí tan extraño, tan ajeno. Redescubrí mi cara, mi cuerpo, mi casa y (después de un año) me sentí completo.

martes, 25 de enero de 2022

Sueño de una noche de enero 23 [Sogni d'oro]




Toma ese triángulo y arrójalo con fuerza.
¿Se aboyó? ¡Eso es topología! 
 

Soñé que éramos tú y yo aquellos dos.
Que éramos ellos, nosotros dos. 
Los dos nosotros
éramos ellos dos 
y éramos más esos dos otros 
que nosotros dos.

         Los dos que son nosotros y que están en el retrato, éramos ahora tú y yo.

Nos besábamos largamente, mucho más que en aquella ocasión. 
 
De pronto, bajo de ese largo beso, tu risa repentina se instaló, 
y yo queriendo saber su causa, intenté mover la cara, pero nada sucedió.

Nuestros cuerpos de papel, carentes de volumen, cumplían la condena de los límites dimensionales en tanto que el mondo y lirondo contacto de líneas y puntos trocaba las caricias por intersecciones banales.